La naranja nos ofrece en invierno la cantidad de vitaminas y minerales que refuerza las defensas y que durante los meses de verano nos ofrece el sol. bien directamente desde la fruta o en zumo es una de las mejores opciones para llenarse de energía y evitar las infecciones propias del duro invierno.
Una naranja proporciona toda la vitamina C que se necesita al día y es esencial para la resistencia a las infecciones pero ademas aumenta la absorción del hierro, el calcio y el fósforo y posee propiedades antioxidantes.
Ademas contiene fibra que confiere a la naranja propiedades digestivas que colaboran con las vitaminas en el refuerzo del sistema inmunitario.
Las naranjas son también ricas en tiamina y ácido fólico, dos vitaminas del grupo B esenciales para la salud del sistema nervioso. Las naranajas sanguinas, de color rojo, se caracterizan además por su riqueza en betacaroteno.